
Mientras buscaba al Señor en nombre de la nación, vi un reloj de arena llamado reconciliación y arrepentimiento, en el que la arena bajaba. Y comprendí que era la hora Tarde con poco tiempo, pero no en el sentido de que la oportunidad se esté acabando del tiempo, sino en el sentido de una cuenta regresiva a la ruptura. Y aunque la hora era tarde, aún quedaba la esperanza, y aunque las tinieblas habían cubierto a la nación, la lámpara de la vigilia del Señor seguía encendida. Entonces escuché el Señor, dime: «Estoy a punto de hacer algo que no creerías si no te lo hubiera dicho usted por adelantado. Porque no se parecerá a nada que hayas visto o No seas como el necios que, aunque siempre están viendo, nunca están percibiendo, y aunque Siempre están escuchando, nunca están entendiendo. Porque a menos que escuches lo que yo Di que en el lugar secreto no veréis lo que hago entre las naciones, porque Estoy haciendo a las naciones como una parábola, una historia que contiene una verdad discernible. Para los sabios y humildes estoy revelando los secretos de mi Reino, y revelando cosas escondido desde hace mucho tiempo, pero los necios permanecerán en su vanidad».
Entonces vi lo que parecían grandes piezas de un rompecabezas gigante extendido por todo el Reino Unido, y el Las piezas habían sido movidas por la voluntad política y la corrupción del poder. Pero a pesar de que las piezas se movían y se juntaban en diferentes de alguna manera, la imagen resultante era siempre la misma, de modo que no importaba cómo Las piezas conectadas entre sí siempre formarían el mismo cuadro. Yo turbaba mi espíritu porque comprendía la piezas para representar el panorama político de la nación. Y a pesar de que el se movían pedazos de un lado a otro, no tenían el poder en sí mismos para cambiar cualquier cosa en el reino de los espíritus, por lo que la nación permaneció bajo una turbulenta cielo donde discerní la lucha de poderes en los cielos sobre el Reino Unido y en los mares de abajo. Entonces el Señor dijo: «El porvenir de esta nación no ser determinado por los resultados políticos de la persuasión humana, sino por mi Seguramente crearé un camino donde no hay camino. Porque no es por la fuerza no por poder, sino por mi Espíritu, para librar a esta nación de sus ataduras».
Después de esto vi un una sala de audiencias en el Cielo y el número de los presentes setenta y dos. Este consejo presidía el Reino Unido, y aunque estaba en el espíritu se extendió para cubrir las fronteras del Reino Unido. Y entendí el se había convocado un concilio para emitir juicios y las administraciones del Reino el Reino Unido, pero la sesión del tribunal aún no había comenzado. Y me pregunté por qué la sesión aún no había hasta que me di cuenta de que aún quedaban asientos vacíos por llenar. De repente se oyó una gran voz en la nación que decía: «¿Quién subirá a la monte del Señor y tomen su lugar en el concilio de el Señor? Levántate y toma tu posición. Ver un lugar está preparado para que lo hagas representación e intercesión en nombre de tu pueblo. Venid vosotros, a quienes el El Señor ha escogido para esta hora, es hora de que comience la sesión».
Y escuché el El número de lugares que debían ocupar los de la tierra era de setenta y dos, así como era el número de los que estaban en los cielos, de modo que el número total de los que estaban en la asistencia fue de 144 el número de la nueva Jerusalén, el número de la Novia, el número del único Hombre Nuevo! Y me quedé asombrado de la la economía del Señor y la complejidad de su designio de que Él escogiera el cielo y la tierra se unan como un consejo para legislar desde el cielo hasta el Reino Unido sobre la tierra, y que Él escogiera el modelo de la Nueva Jerusalén bajando del Cielo para manifestarse Su gloria sobre la tierra. Entonces comprendí por qué el reloj de arena que había visto en Primero se llamó Reconciliación y Arrepentimiento. Para la sede del gobierno del Señor está en Sion, y para gobernar con rectitud y justicia en cualquier nación, se requiere reconciliación con Israel, y antes de la reconciliación debe haber arrepentimiento.
Entonces vi una reunión de centinelas que representaban a los setenta y dos en la nación que ascendía a la cortes celestiales juntas, y aunque estaban dispersas geográficamente a lo largo de La tierra la levantaron juntos como uno solo, vestidos de blanco puro y llevando tazones de incienso para derramar sobre el altar delante del trono. Y la voz de los ángeles declararon juntos, diciendo: «Ahora ha Llegado el día del juicio final, ahora ha llegado el día de la salvación. Comprenda: el El propósito del Señor para esta nación aún no se ha cumplido y la vela para el Reino Unido aún no se ha extinguido». Luego se cerraron las puertas de la sala del tribunal de modo que no pude ver ni oír lo que ocurría en el interior, pero mientras duraba la sesión en la sala estaba abierto, vi una gran cruz de pie en el corazón de la nación. La cruz estaba en pie muy alto, a través de las nubes y atravesó la turbulencia de la oscuridad que cavilaba encima. Y una gran luz brilló desde los cielos, de modo que la sombra de la La cruz se extendió por toda la nación, de Este a Oeste y de Norte a Sur. Y como el batalla en los cielos, por lo que multitudes de personas acudieron a la pie de cruz para ser salvado. Y mientras la sala del tribunal celestial permanecía en Vi las aguas que rodeaban a la nación ser agitadas como el agua bajo los cascos de muchos caballos, como caballería en la carga, y la marea Dando la vuelta, las olas retroceden y las cabezas de playa enemigas son demolidas.
Un nuevo día declaro a vosotros os dice el Señor. Lo que está legislado en el Cielo será decretado para la nación. El hombre no establecerá su propia agenda con maquinaciones interminables, sino que yo he lanzado mi campaña que prevalecerá. Mira, estoy haciendo una cosa nueva ¿No lo percibís entre vosotros? Llámame y yo te responderé, busca mi rostro y yo seré conocido por ti, reúnete en mis tribunales, y escucharé tu peticiones y convierte a tus enemigos como paja al viento. Organícense para el modelo que yo os mostraré, desplegad vuestras filas con sabiduría y entendimiento, ahora es el momento de avanzar, ahora es el momento de tomar el territorio que soy dándote el día de hoy. Porque tú eres la cabeza y no la cola, y mi deleite está en tú todavía. No te he olvidado, ni he renegado de mis promesas de vuestros antepasados. Para las piedras fundamentales de esta nación he puesto para siempre, y lo que me he propuesto, lo cumpliré por medio de ti. Así que regocíjate y canta un cántico nuevo, anímate, porque tu Señor está cerca.