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Respondiendo a la pregunta: Puesto que Dios creó tanto al hombre como a la mujer en Génesis 1:27 y los bendijo, ¿cómo es que Adán está solo en Génesis 2:18?

Como veremos más adelante, la respuesta a esta pregunta resulta en un punto muy importante con respecto a la relación entre Jesús y Su Novia. Pero antes que nada, necesitamos echar un vistazo más de cerca al relato de la Creación tal como se da en Génesis 1 y 2 para entender el dilema.

Día 1 (Génesis 1:3-5) – La creación de la luz y su separación de las tinieblas para que existieran el día y la noche.

Día 2 (Génesis 1:6-8) – La división de las aguas por encima y por debajo del «firmamento» (más fácilmente entendido como el cielo, la expansión o los cielos sobre la tierra).

Día 3 (Génesis 1:9-13) – La reunión de las aguas para crear la tierra y el mar. Entonces la tierra produjo hierba, hierbas y árboles frutales.

Día 4 (Génesis 1:14-19) – La creación del sol, la luna y las estrellas para marcar las estaciones, los días y los años.

Día 5 (Génesis 1:20-23) – La creación de los seres vivientes en las aguas y de las aves en el cielo.

Día 6 (Génesis 1:24-31) – Hay dos partes en el sexto día. Primero Dios creó a los seres vivos en la tierra, incluyendo el ganado, los animales salvajes y las criaturas que se arrastran por la tierra, luego creó al hombre a su propia imagen, hombre y hembra, los creó a ambos y los bendijo.

Día 7 (Génesis 2:1-3) – Dios descansa, ya que Su obra de creación ya está completa

Ahora, aparte del debate en curso sobre la duración de un día, la lectura de estos versículos es simplemente establecida y la secuencia de la creación clara. (Para que conste, soy un creacionista de seis días). Se nos dice que al final del sexto día, tanto el hombre como la mujer están sobre la tierra, ya que en Génesis 1:28 Dios les habla a ambos, diciendo: «Fructificad y multiplicaos, llenad la tierra y sojuzgadla«.

La dificultad surge cuando continuamos en Génesis 2, para encontrar que Adán está solo, o al menos al principio cuando nombra a todos los animales que Dios le muestra. Entonces, ¿qué vamos a hacer con esto? Bueno, para mí, solo hay una explicación que mantiene la integridad de los relatos de Génesis 1 y 2. Que Génesis 2 registra el mismo evento pero con mayor detalle en lugar de un relato separado en un momento posterior. No hay nada en Génesis 2 que requiera que sea visto como un evento posterior, de hecho, cuando miramos en detalle más de cerca lo que está escrito allí, encontramos que está bien y verdaderamente anclado y concurrente con Génesis 1. Por ejemplo, Génesis 2 no solo detalla cómo Dios creó a la mujer, sino también cómo creó al hombre. Y Jehová Dios formó al hombre del polvo de la tierra, y sopló en su nariz aliento de vida; y el hombre se convirtió en un ser viviente. – Génesis 2:7

Claramente, esta es una explicación del «cómo» Dios creó al hombre, hasta el «cuándo» Dios creó al hombre en Génesis 1:27. Pero esto solo se relaciona con la creación de Adán. Al leer más adelante en Génesis 2, se hace evidente que Dios no creó a la mujer al mismo tiempo, aunque fue el mismo día. No es hasta Génesis 2:21,22 que la creación de la mujer se registra como un incidente separado de la creación del hombre Génesis 2:7. La duración entre ellos es cuando Adán nombró a las criaturas solas. Todo esto tuvo lugar en el sexto día de la Creación. Podemos pensar que es mucho lo que puede suceder en un día, pero haríamos bien en no sacar conclusiones precipitadas sin más estudios e investigaciones al respecto, para lo cual comentaristas creíbles han dado una explicación muy plausible (véase la nota al pie de página más abajo).

Así que para responder a nuestra pregunta inicial: En el sexto día de la Creación, Dios creó tanto al hombre como a la mujer para que fueran distintos el uno del otro y, por lo tanto, capaces de ser fructíferos y multiplicarse, pero no los creó simultáneamente ni al mismo tiempo. Los detalles de Génesis 1:27 se encuentran en Génesis 2. Es decir, Dios creó a Adán del polvo, y más tarde ese día, después de que Adán nombró a las criaturas que el Señor le había traído, Él creó a la mujer, no del polvo, sino de Adán.

Antes de terminar, quiero compartir brevemente por qué este relato de Adán y Eva ayuda a dar algunas ideas maravillosas sobre el paradigma nupcial.

Y Jehová Dios hizo caer sobre Adán un sueño profundo, y él se durmió, y tomó una de sus costillas, y cerró la carne en su lugar. Y la costilla que el Señor Dios había tomado del hombre, la convirtió en mujer, y la llevó al hombre. – Génesis 2:21,22

La Biblia dice que después de tomar a la mujer de Adán, el Señor Dios se la trajo. Es fácil pasar por alto este punto, pero ¡oh, qué maravillosa es la verdad! ¡La Novia sale del Novio! Además, aunque pudiéramos decir figurativamente que la mujer estaba en el hombre, o que la Novia sale del Novio, esto es sólo una parte de la revelación. Porque no se nos dice que del hombre saliera una mujer ya formada, sino que fue la costilla de la que el Señor hizo la ayuda comparable de Adán. Solo en las manos del Padre se prepara la Novia, solo como Sus hijos madura capaz de unirse con el Hijo, solo en Su Casa es nutrida y cuidada, hasta que esa formación se completa, y como registra el Génesis, «Él la trajo al hombre», así es el Padre entrega a la Novia, y nos presenta a su Hijo Jesús como su esposa, exquisita y santa.   

Nota a pie de página: https://creation.com/how-could-adam-have-named-all-the-animals-in-a-single-day