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Vivir en Conciencia Profética 2

Día 2 Ascensión a la Mente de Cristo

Amadísimos de Dios, que Su gracia te sostenga a ti y a Su
La paz te rodea. Que el Espíritu de Vida que está en vosotros, traiga luz a Su
Palabra y entendimiento a vuestros corazones y mentes en Cristo Jesús. Ayer, yo
comenzó a compartir acerca de vivir en conciencia profética y lo que eso significa. Yo
mencionó cómo nuestras mentes carnales no tienen capacidad para las realidades espirituales, y
que necesitamos una ascensión a la mente de Cristo. Así que hoy quiero explorar
esto un poco más adelante y comienza diciendo que, «En cuanto al Novio, así también
para la Novia». La Novia estará preparada para ser la perfectamente compatible
compañera de su esposo, y eso significa participar en todo lo que Él emprendió
en su nombre. En particular, su muerte, sepultura, resurrección, ascensión y
toda la glorificación ha sido preparada para nosotros, para que seamos partícipes de ella, y
Siga perfectamente por el pasillo hasta el altar matrimonial. En nuestra cristiandad
comunidades, nos enfocamos mucho en la muerte, sepultura y resurrección de Jesús. Qué
una maravillosa victoria que obtuvo en nuestro nombre, derrotando al infierno, a la muerte y a la
tumba. Él no tenía necesidad de vencerlas por sí mismo, ciertamente no como el Hijo
de Dios, sino como el Hijo del Hombre, y como el Sumo Sacerdote de nuestra confesión, fue
necesario para nosotros que fue crucificado en la cruz, murió y fue sepultado. Así que
para que ahora, por la fe en su acto desinteresado de propiciación, pudiéramos participar de la
Cruzarse personalmente, y considerarnos estar en Él cuando fue crucificado. En
de esta manera, el cuerpo de Jesús se hizo para nosotros como el arca en la que entramos y
fueron salvados. De modo que, estando en Él en la Cruz, y sepultado con Él en el
tumba, también podríamos ser resucitados con Él a una nueva vida, aleluya.

Pero, ¿qué hay de la ascensión y la glorificación? Nuestro bendito
esperanza, es que un día, cuando nuestro Salvador regrese en las nubes en gloria,
serán transformados para ser semejantes a Él, despojándose de la mortalidad y revistiéndose
inmortalidad, ascenderemos corporalmente para encontrarnos con el Señor en el aire cuando Él venga.
De hecho, podemos considerar esto como nuestra ascensión de la misma manera que el Señor ascendió,
de manera similar, también esperamos plenamente recibir un cuerpo glorificado como Su cuerpo glorificado
cuerpo – 1 Corintios 15:43 «El cuerpo se siembra en deshonra, se resucita en gloria. Lo es
sembrado en la debilidad, se levanta en el poder».  
Sin embargo, mientras nuestra ascensión y glorificación corporales esperan, el tiempo de
el regreso de nuestro Novio, hay otra ascensión disponible para el creyente,
Y, de hecho, ya ha tenido lugar. Hablo aquí de la ascensión de nuestro espíritu
hombre.

La Ascensión no es solo física, sino que también es
¡espiritual! Hay una ascensión de un nivel de gloria a otro, desde el
visto a lo invisible, desde el reino físico hasta el reino espiritual. Cuando
Jesús ascendió del Monte de los Olivos y volvió al Padre,
trascendió a una gloria mayor, y pasó a través de un velo dimensional hacia el
reino invisible, donde se sentó con toda autoridad a la diestra del
Padre. Esto es lo que Pablo afirma con tanta confianza cuando escribe a los
Efesios.

Pero Dios, que es rico
en misericordia, por el gran amor con que nos amó,
aun cuando estábamos muertos en pecados, nos dio vida juntamente con Cristo (por gracia sois salvos) y nos resucitó
con él y nos sentamos con él en los lugares celestiales en Cristo Jesús,
Efesios 2:4-6

Cuando Pablo escribe «hemos resucitado con Cristo», está
no solo refiriéndose a nuestra resurrección sino también a nuestra ascensión. No lo hemos hecho
solo hemos resucitado, sino que también hemos ascendido y nos hemos sentado con él en
lugares celestiales en Cristo Jesús. Esto es más que una declaración teológica, pero
es algo de lo que hay que apropiarse en nuestro caminar diario. Ahora bien, si por la fe,
creer que Jesús vive en nuestros corazones por la morada del Espíritu Santo, y si a través de
fe confesamos «Cristo en mí, esperanza de gloria», ¿no deberíamos también por la
la misma fe cree que así como Él está en nosotros, nosotros también estamos en Él! Éste
confesión de que estamos en Cristo, es una verdad viviente con el potencial de
cambiar radicalmente nuestra experiencia diaria. Porque si Cristo está sentado en el Cielo
lugares y estamos en Él, entonces también estamos allí con Él. En otras palabras,
Ocupamos una posición terrenal y celestial simultáneamente. De esta manera
Nos convertimos en un portal entre el cielo y la tierra.

Continuaré más la próxima vez.