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QB16 La Brillante Estrella de la Mañana

Cuando Jesús vino por primera vez como el Hijo de Dios encarnado, nacido de la Virgen María, había una estrella que apareció en el oriente Mateo 2:2 para significar Su llegada. Era una señal en los cielos dada por el Padre para marcar la llegada de Su Hijo. A los que entendieron cómo interpretar las señales de la venida del Señor, se les dieron los medios por los cuales podían seguir la estrella y ésta los condujo a Belén, donde adoraron al Rey de los judíos que había nacido, y se postraron para presentarle sus ofrendas de oro, incienso y mirra. Sin embargo, estos sabios no eran judíos, sino de las tierras del este, y como escribe Juan: «A los suyos vino, pero no le recibieron». Juan 1:11 Con mansedumbre y majestad, como un niño acostado en un pesebre con humilde ropa, nació la Estrella que incluso el profeta pagano Balaam previó cuando profetizó acerca del Mesías en Números 24:17 «Yo le veo, pero no ahora; Yo lo veo, pero no cerca: una estrella saldrá de Jacob, y un cetro se levantará de Israel;» Sin embargo, cuando Jesús regrese, no será en la oscuridad ni sin la observación del mundo entero. En Su primera Venida, los Suyos no lo recibieron, pero cuando Jesús venga de nuevo, «mirarán a Él, a Aquel a quien traspasaron, y se lamentarán por Él como se llora por un hijo único» Zacarías 12:10 En Su primera venida, una estrella fue delante de Él y fue notada solo por unos pocos, en Su segunda Él será esa estrella, y el mundo entero será testigo de su llegada. Jesús dijo: «Yo soy la Estrella Brillante de la Mañana». El término «Estrella de la Mañana» es significativo, y es conocido por los astrónomos como el planeta Venus. Aparte del sol y la luna, Venus es el objeto más brillante del cielo. La razón por la que se le llama la estrella de la mañana, es porque en ciertas épocas del año, Venus se eleva sobre el horizonte para saludar el amanecer mientras aún está oscuro, como precursor de la salida del sol que anuncia el amanecer de un nuevo día. Esta es la descripción que Jesús usa para sí mismo como la ‘Estrella de la Mañana’, Su venida significa que un nuevo día está amaneciendo y que la noche está terminando. Su venida marcará el comienzo de una nueva era en la que reinará por los siglos de los siglos.

Digno de notar es que el término ‘estrella de la mañana’ también se usó para Lucifer en Isaías 14:12 «¡Cómo has caído del cielo, oh estrella de la mañana, hijo de la aurora! ¡Has sido arrojado a la tierra, tú que una vez humillaste a las naciones!» Pero hay una gran diferencia entre el Señor y Lucifer, un abismo tan grande que uno no puede reconciliarse con el otro. Lucifer era una luz creada, dada para irradiar la gloria de Dios. Pero Jesús no es la luz creada, porque Él es la Luz, la Luz del mundo. Una luz tan grande, que no un número infinito de luces combinadas, podría compararse con Su resplandor. Es por eso que Él no es solo la ‘Estrella de la Mañana’, sino que Jesús es la ‘Estrella Brillante de la Mañana’. Pablo escribe en Tesalonicenses acerca de la venida del Señor, diciendo: «Y entonces se manifestará el impío, a quien el Señor consumirá con el aliento de su boca y destruirá con el resplandor de su venida» 2 Tesalonicenses 2:8 Su resplandor disipará lo más grande de las tinieblas, para que ningún poder del infierno pueda permanecer, o retenerlo. Su resplandor expondrá toda luz falsa y anunciará un nuevo día, el Reino Milenario, en el que nosotros, como Su Gloriosa Novia, irradiaremos Su gloria mientras reinamos junto con Él.